¡Hola! hoy vamos a hablar de algo que a veces suena como un dolor de cabeza, pero créeme, puede ser tu salvación: el presupuesto.

Primero, respira profundo… ¡listo! Ahora sí, vamos a ponerle orden al caos. Porque sí, yo sé que gestionar tus finanzas puede parecer tan divertido como una cita a ciegas con la UGPP, pero aquí estoy para ayudarte a que esta tarea sea más fácil que tomarte un tintico mientras manejas tus gastos como un pro.

Organiza tu presupuesto como un experto con estos pasos: 

• Reúne tus extractos bancarios:

  
  Sí, esos mismos que ni siquiera abres cuando llegan al correo porque “uy, mejor no saber”. Pero, esta vez vas a necesitarlos. Revisa tus movimientos bancarios de los últimos meses para saber exactamente en qué se te está yendo la platica. Porque, créeme, uno no se da cuenta hasta que lo ve en papel (o en pantalla).

• Divide y vencerás:

  Agrupa todos esos gastos en categorías: alimentación, ocio, vivienda… ¡lo que sea que estés pagando! Esto es como cuando organizas tu closet y te das cuenta de que tienes tres chaquetas negras iguales (aunque insistes que son diferentes ). Al dividir los gastos, podrás ver claramente en qué áreas estás soltando más platica de la necesaria.

• Encuentra el agujero negro:

  Este es el paso divertido, porque es cuando empiezas a decir: “¿Pero en qué momento me gasté tanto comiendo por fuera?” Si ya identificaste dónde se te va la plata, estás listo para el siguiente paso.

• Establece límites (y no te pases):

  
  Ahora que ya sabes que tu tarjeta tiembla cada vez que pasas por tu restaurante favorito, es momento de ponerle un límite a ese gasto. No te digo que dejes de disfrutar, pero hay que buscar un equilibrio. Establece un tope mensual para cada categoría y trata de no pasarte… o al menos, no siempre.

Organizar tu presupuesto no tiene que ser una tortura. Al final, es ponerte las pilas y asegurarte de que ese dinerito que tanto te costó ganar con la nómina no se esfume sin razón. Y recuerda, desde Aleluya te ayudamos a que tus finanzas tengan siempre un final feliz.

PD: Te amo!